Hablemos de no maternidad Vida laboral

Qué hacer si sufres de prejuicios y discriminación en el trabajo por no tener hijos.

Discriminación en el trabajko por no tener hijos
Por desgracia el hecho de no tener hijos bien sea por elección o por circunstancias, puede afectar nuestra vida laboral de formas que ni siquiera imaginamos. Las expectativas, los prejuicios y los desafíos que esto puede implicar son el resultado de una sociedad que aún no ha normalizado el hecho de que una mujer no sea madre y no podemos pretender que esto sea de otra manera por muy injusto que nos parezca. Las cosas van cambiando, pero más lentamente de lo que nos gustaría. Lo que sí podemos hacer es encontrar maneras de enfrentarnos a ello de la mejor manera posible y esto a veces, dependiendo de la situación de cada una, puede implicar tomar medidas drásticas. Sea cual sea la situación de la que partes, sigue leyendo porque voy a darte ideas que te ayuden a enfrentarte a la discriminación en el trabajo por no tener hijos que te sean realmente útiles.

Cuatro desafíos que enfrentamos las mujeres sin hijos en el entorno laboral

Antes de nada, es importante entender por qué puede ser tan complicado enfrentar el hecho de no ser madre en el ámbito laboral. En muchos casos, las mujeres nos enfrentamos a presiones para tener hijos y algunas veces estas presiones provienen de compañeros de trabajo, supervisores, o incluso de la cultura corporativa en general.
El problema, más allá de lo intrusivo y desagradable que es el escuchar opiniones, preguntas y comentarios sobre nuestra vida personal es que esto nos puede afectar, como de hecho muchas veces hace, de distintas maneras:
1. Presupuestos y estereotipos: Por ejemplo, es muy probable, yo lo viví cuando trabajaba en una empresa, que exista la suposición de que, como no tienes hijos, tienes más tiempo libre y por tanto, puedes asumir más trabajo o horas extras. No entiendo por qué sigue siendo tan difícil entender que, cada persona tiene su vida personal y sus compromisos, independientemente de si tienen hijos o no.
2. Expectativas de carrera: En algunos lugares de trabajo, y en cierta parte de la sociedad aún existe la expectativa de que las mujeres sin hijos somos más ambiciosas, porque «no tenemos nada que nos detenga». Esto es solo una posibilidad, quiero decir, es cierto que algunas mujeres eligen no ser madres porque prefieren centrarse en sus carreras, ¿cuál es el problema? Esto depende de tus propias metas y deseos, y tanto si es así como se no, está perfecto. El problema es que por esta suposición que nos incluye a todas por el simple hecho de no tener hijos, quizás te sientas presionada a asumir roles o responsabilidades que no quieres, o quizás se te pase por alto para ciertos roles porque se asume que estás demasiado enfocada en tu carrera.
3. Discriminación y trato injusto: Tenemos muy claro que discriminar está mal, que es ilegal, pero parece que nadie entiende que ciertos comentarios inapropiados que pueden tomar la forma de chistes ofensivos son una forma de discriminación y que, por las suposiciones de las que hablaba antes podemos sufrir incluso oportunidades de promoción denegadas.
4. Presión y cuestionamiento: En algunos casos, puedes sentirte presionada a justificar el por qué no tienes hijos a tus colegas o supervisores. Esto puede ser incómodo y, en cierta medida, invasivo. Un ejemplo podría ser la típica conversación durante la pausa del café donde, al compartir tu decisión, recibes respuestas como «Ya cambiarás de opinión» o «Te arrepentirás cuando seas mayor» o “fulanita no podía y al final lo consiguió” etc.
Los cuatro puntos anteriores son situaciones que nos afectan muy negativamente en el entorno laboral, pero, creo que el primero, la suposición de que como no tenemos hijos tenemos todo el tiempo del mundo libre, es la que puede ocasionar más abusos y discriminación en el trabajo, así que voy a profundizar un poco más en ella.

Cómo la suposición de que tenemos todo el tiempo del mundo libre puede ocasionar abusos y discriminación en el trabajo

Esta suposición puede manifestarse de diversas formas:
  • Más carga de trabajo: Se puede asumir que, dado que no tienes «responsabilidades familiares», estás disponible para asumir más trabajo, proyectos adicionales o reuniones fuera del horario laboral habitual. Esto puede llevar a una distribución desigual de la carga de trabajo, en la que las mujeres sin hijos terminamos llevando una carga más pesada. Aún recuerdo con asombro cómo mi jefa (si, era una mujer) permitía que una compañera se pasara gran parte de su jornada laboral que, era solo por la mañana, hablando por teléfono con sus hijos, su madre o la cuidadora de turno para ver cómo estaban los niños mientras mis compañeras y yo, que no éramos madres, nos cargábamos no solo con el trabajo que no podía hacer por las tardes porque no trabajaba, sino con el que no realizaba en su jornada.
  • Horas extras: Igualmente, puedes encontrarte con la expectativa de trabajar más horas o de estar disponible fuera del horario laboral. Es posible que a las mujeres sin hijos se nos pida con más frecuencia que nos quedemos tarde, trabajemos los fines de semana o estemos disponibles para llamadas o correos electrónicos fuera de hora.
  • Derecho a elegir vacaciones: En algunos lugares de trabajo, se puede dar prioridad a las personas con hijos a la hora de elegir vacaciones, especialmente durante los periodos de vacaciones escolares. En mi caso, esto es algo que me pasaba año tras año. Nunca pude escoger el mes de agosto para mis vacaciones y, aunque en mi caso no me importaba porque siempre preferíamos septiembre, si no hubiera sido así, no sé si habría tenido alguna oportunidad.  Si por tener hijos alguien tiene el privilegio de elegir fechas, puede que te encuentres en la situación de tener que elegir tus vacaciones en fechas menos convenientes para ti y que te lleve, por ejemplo, a o poder coincidir con tu pareja. ¿Es esto justo? Para nada, sobre todo teniendo en cuenta que tu pareja es tu familia y no veo por qué debe ser menos importante que tú no coincidas con él o ella a que una madre no pueda coincidir con sus hijos si estos tienen un padre u otra madre.
  • Tiempo libre para asuntos personales: Al igual que las madres tienen derecho a asistir a las funciones escolares de sus hijos, las mujeres sin hijos tenemos derecho a ocuparnos de nuestras propias necesidades y compromisos personales. Sin embargo, en ocasiones, estos compromisos pueden no ser vistos con la misma importancia. Por ejemplo, puede que encuentres resistencia si necesitas tiempo para cuidar a un familiar enfermo, asistir a una cita médica etc.

Cómo enfrentarte a la discriminación por no tener hijos en el trabajo

Obviamente el primer paso para enfrentarte a todas estas situaciones discriminatorias es ser conscientes de tu decisión, sea la de no tener hijos, (sea la de aceptar que no puedes tenerlos)  y sentirte segura con ella porque esto te permitirá que puedas comunicarte de manera asertiva si llegara a ser necesario, ya que si no te sientes segura, si crees que tu situación no es tan “normal” como las demás, o que no tienes los mismos derechos, no solo no te atreverás a expresar tus necesidades y establecer límites claros, sino que, si lo intentas, no serás capaz de comunicarlos con la suficiente seguridad y convicción para que sean tenidos en cuenta.
Pero, querida mía, el mundo no es un lugar de color rosa lleno de unicornios, así que habrá ocasiones en las que esto no sea suficiente y tengas que decidir dar un paso más.
Si lo que estás viviendo en el trabajo te resulta intolerable porque va más allá de las típicas preguntas y comentarios (que por otro lado no tienes por qué aceptar) y te ves discriminada en cualquiera de las maneras que he comentado más arriba es importante que tengas claro que la discriminación en cualquier forma es inaceptable y existen diversos pasos que una mujer puede tomar para asegurarse de que sus derechos sean respetados.
Por supuesto esto que voy a contarte debes pasarlo por el filtro de tu situación porque puede tener sus consecuencias y eres tú la que debes valorar si puedes hacerles frente o si necesitas ese trabajo.

Posibles acciones para combatir la discriminación

Voy a empezar desde las acciones más amigables y después, por si estás no son suficientes, te indicaré otras que podrías tomar en caso de que lo consideres oportuno. Ten en cuenta que no sé en qué país vives ni cómo son las condiciones de trabajo en tu empresa, así que hablaré en términos generales porque al menos pienso que un departamento de Recursos Humanos sí que tendrá tu empresa y después compartiré algunas ideas más concretas en el caso de que vivas en España.
  • El primer paso sería hablar con tu responsable directo: Explícale tus preocupaciones de forma clara y pide cambios específicos. Vamos a no pensar mal y creer que ellos no sean conscientes de que sus acciones o las de tu equipo te están causando un impacto negativo.
  • Si la situación no mejora después de hablar con tu supervisor, o si la misma persona es parte del problema, el siguiente paso sería presentar una queja formal al departamento de Recursos Humanos. Para ello quizás una buena idea es que documentes cualquier incidente de discriminación, incluyendo la fecha, la hora, el lugar, las personas involucradas y cualquier testigo. Cuando digo que documentes todo, me refiero a que mantengas un registro detallado de todos los incidentes que consideras discriminatorios, incluyendo fechas, lugares, lo que se dijo o hizo, y si hubo testigos. Guarda cualquier evidencia relacionada, como correos electrónicos o mensajes. Este registro puede ser crucial si necesitas demostrar que estás siendo discriminada.
  • Si la empresa no toma medidas para resolver el problema, podría ser útil buscar el consejo de un abogada o abogado laboral. Esta profesional puede proporcionarte asesoramiento legal y explicarte tus opciones, que pueden incluir presentar una demanda por discriminación laboral. Es importante que sepas que, al menos en España, la discriminación laboral, incluyendo la que se basa en el estado de maternidad o paternidad, es ilegal según el artículo 14 de la Constitución Española y la Ley de Igualdad.
  • Otra opción, al menos en España, es que te comuniques con el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades: En España, este organismo ofrece recursos y servicios para ayudar a las mujeres que enfrentan discriminación, incluyendo discriminación en el lugar de trabajo. Pueden proporcionarte información, orientación y, en algunos casos, asistencia legal.
  • Si los pasos anteriores no funcionan, puedes presentar una denuncia ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. Esto si vives en España, no sé qué organismo sería el pertinente en otros países. Este organismo puede investigar tu caso y, si se encuentra evidencia de discriminación, puede imponer sanciones a tu empleador.
Recuerda, no estás sola en esto. Hay recursos disponibles para ti y no tienes que tolerar la discriminación en tu lugar de trabajo. Ser o no ser madre es personal y no debería afectar tus derechos laborales.
Es esencial que nos sintamos seguras con nuestra situación, sea elegida o no, que sepamos establecer límites, que defendamos nuestros derechos y que busquemos apoyo si lo necesitamos. Después de todo, esta es nuestra vida y nuestra carrera, y tenemos el derecho de vivirla como mejor nos parezca.
Ahora te toca a ti, ¿sufres o has sufrido discriminación en tu trabajo por no ser madre?, ¿en qué forma?, ¿hiciste algo?, ¿pudiste cambiarlo? Cuéntame, estaré encantada de leerte.

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